Cualquier día, cualquier tarde podemos encontrarnos con algún fulgente milagro que pensábamos que ya no podría ser posible.
Esto es lo que me ha pasado el sábado, en un pueblo Segoviano de no más de 300 vecinos, situado en las faldas de la Sierra de Guadarrama, haciendo cotera con la provincia de Madrid: Vegas de Matute.
Los vecinos más mayores del pueblo decidieron juntarse, hace más de un año, para no dejar morir parte de nuestra cultura. Como bien hizo alusión el etnógrafo Carlos A. Porro en la presentación, no es fácil que alguien entienda la importancia de conocer y no dejar perder nuestro patrimonio inmaterial, que no son aceras, ni alcantarillado, ni edificios emblemáticos que nos desvivimos por restaurar, acondicionar y sin embargo después nos damos cuenta de que no ofrecen ningún provecho o directamente los cerramos por si alguien los utiliza y se estropean.
Puede ser que ni los veraneantes del pueblo, descendientes directos, entiendan la importancia de conservar y conocer este patrimonio, sin darse cuenta de que es la cofia de nuestra raíz. O quizá, si Alan Lomax no hubiese posado su grabadora en este pueblo en 1952, ni si quiera los protagonistas le hubiesen dado esta importancia. El caso es que hemos tenido suerte de que este trabajo haya salido, así vamos a poder disfrutar eternamente de su peculiar carácter y de la enorme cantidad y variedad de temas.
El milagro se produjo el sábado, en la plaza de Vegas de Matute. Estuve allí, junto a los vecinos del pueblo y junto a las voces que tantas veces había escuchado en las grabaciones de Lomax, sesenta años después, cantando y tocando con la misma fuerza, la misma habilidad y la mesura que conceden los años. Entonces, Ceráreo, el más mayor de los cantantes, que mientras cantaba la ronda con sus compañeros al son del almirez y la botella, convertidos otra vez en instrumentos después de tanto tiempo, se transformó en un robusto y apuesto muchacho! Yo lo ví! Y aquel que estuvo presente y no lo vio, debe andar muy ciego.
Para los que no pudisteis estar, disponemos de la obra discográfica. Casi cuatro horas de grabaciones que recogen miles de vivencias escondidas detrás de cada una de las notas. Se compone de 3 cd que contiene 77 canciones y un libreto de 12pp que estudia la historia, el repertorio y la instrumentación, los romances y el baile del lugar.
No dormirse en los laureles, que hay pocos ejemplares!!!!
